miércoles, 6 de mayo de 2009

LA DANZA CEL SOL( LOS SIOUX)


La danza del Sol fue y sigue siendo todavía para los oglalas el acontecimiento ritual más importante del año. En lengua lakota se llama wi wanyang wacipi, cuyo significado literal es "danza de mirar fijamente al Sol", acto que entre los oglalas forma parte del rito. No se trata de un culto al Sol sino de una ceremonia de "renovación del mundo" - como las de la mayoría de las otras tribus de los llanos- y de peticiones de fecundidad.
Mediante privaciones y penitencias corporales, los danzantes tratan de suscitar la compasión de Wakan Tanka y garantizar así la perpetuidad de la tribu. Para la mayor parte de las tribus que celebran esta ceremonia el acto principal es el ayuno y no las "torturas" que sólo desempeñan un papel secundario. Únicamente entre los lakotas, y en particular los oglalas, la tortura voluntaria es un elemento esencial del rito.
(...) La ceremonia se desarrolla a lo largo de cuatro días, durante los cuales los participantes danzan desde la mañana hasta el anocher dentro de una "choza" circular de unos veinte metros de diámetro. Alrededor de esta construcción se coloca, a modo de anillo exterior, un "toldo" de ramas de pino bajo el que se instalan los espectadores. En el centro se yergue el árbol sagrado donde se ponen las ofrendas, como bandas de tela y otros objetos, y también las cuerdas para los danzantes que han de someterse al rito de la "perforación". En la parte oeste de la choza hay un pequeño altar de tierra sobre el que se coloca un cráneo de bisonte. Al lado del altar disponen las pipas de cada danzante, apoyadas en un armazón de madera.
(...) Las danzas se ejecutan desde la mañana hasta la caída de la tarde y, como la ceremonia tiene siempre lugar en pleno verano, o sea a últimos de julio o primeros de agosto, los danzantes se pasan el día entero expuestos a los rigores de un Sol tórrido. A esto se añade un rígido ayuno, ya que durante todo ese tiempo les está prohibido tomar cualquier alimento sólido o líquido. La danza se desarrolla en ciclos sucesivos, sin otras interrupciones que las señaladas por músicos y cantantes al acabar los correspondientes himnos al Sol. Después de cada ciclo, los que participan en la danza ofrecen a las cantantes una de sus pipas para que la fumen pasándosela unos a otros. Mientras esto dura, ellos pueden descansar bajo el toldo de ramas, pero una vez que la pipa se ha terminado de fumar comienza la siguiente ronda de danzas.
En tales condiciones, la danza a pleno Sol es ya de por sí un durísimo sacrificio corporal, y más todavía si se tiene en cuenta que durante la misma los danzantes soplan constantemente por una especie de flauta de huesos de águila, lo que acrecienta su sed. La prueba más difícil, reservada a los varones, tiene lugar el cuarto día y recibe el nombre de "Perforación" (piercing). Para ello se colocan sobre una piel de bisonte, junto al poste sagrado, y el chamán les practica en el pecho, justo por encima de las tetillas, dos cortes paralelos en los que introduce sendas púas de madera; luego anuda en estas púas una cuerda sujeta al poste. Como ya hemos dicho, las mujeres participan en la danza están excluidas de esta prueba, pero a su modo también ellas ofrecen un sacrificio doloroso, haciéndose arrancar del brazo algunos trocitos de piel. Asimismo en esta ocasión se les perforan las orejas a los niños, acto simbólico por el que son oficialmente incorporados a la comunidad tribal.
En la fase final de la ceremonia, los hombres deben intentar liberarse del poste al que están atados. Con este objeto danzan primero acercándose al poste, para rezar, y luego, alejándose de él sin volverse y echándose bien hacia atrás para tensar la cuerda, con lo que la piel de su pecho se pone también tensa. Ejecutan este doble movimiento tres veces y a la cuarta se dejan caer con todo su peso hacia atrás, desgarrándose la piel y soltándose así del poste. Los cánticos y danzas cesan cuando el último de los danzantes se ha liberado. Para cuantos toman parte activa en la danza del Sol, ésta representa un auténtico sacrificio en su sentido más estricto. Pero incluso los que no se someten al rito de la "perforación", ponen en ella a dura prueba su valor y resistencia física.
En 1881 el gobierno de los EE.UU., presionando por los misioneros, prohibió la danza del Sol, sobre todo a causa del sacrificio cruento que acabamos de describir y en el que los blancos veían un acto bárbaro y atroz. Para los oglalas, en cambio, la danza del Sol constituye la suma expresión de su culto a Wakan Tanka, así como la fuente de su crecimiento y prosperidad y de la renovación de todas las cosas. Las privaciones y el dolor físico que la ceremonia lleva consigo son una acción de gracias y una ofrenda realizada en nombre del pueblo entero.

sábado, 25 de abril de 2009

LA PARTE DEL CAMPEON


Los autores griegos y romanos describen a los celtas como personajes jactanciosos y turbulentos, muy amigos de amar camorra. Esto era aun mas cierto durante sus festines.
Los festines eran una parte importante de la vida de la nobleza celta. A menudo se celebraban festines para celebrar la victoria en una batalla. Los guerreros tenían entonces la oportunidad de alardear de sus hazañas. Antes de trinchar la carne, tenían lugar una contienda verbal de bravuconería, para decidir quien era el guerrero más valiente de los presentes. Los contendientes para la obtención del titulo eran estimulados por sus defensores para exponer los alegatos más extravagantes. El vencedor era premiado con trinchar el animal asado, y reservarse para el la parte superior del músculo, llamada la “parte del campeón”.
Cuando celebraban un festín distintas tribus juntas, era cuestión de honor para toda la tribu que uno de sus hombres fuera premiado con la “part de del campeón”. A nadie parecía importarle que se enfriara la carne mientras proseguía la discusión. En algunas ocasiones la comida terminaba en una lucha, con muertes violentas por ambas partes, antes de que hubiera empezado.

lunes, 13 de abril de 2009

EL HERRERO CELTA


El herrero era un miembro muy útil de la comunidad. La mayor parte de las cosas que fabricaba estaban desdichadas el uso diario, no para la ostentación. Hacia collares de hierro para las personas que no podían adquirir torques de oro, herramientas para otros artesanos, cadenas para esclavos y llantas para las ruedas de los carros.
Los celtas podían obtener mineral de hierro fácilmente. No tenían que ser extraídos de las minas como el cobre. El mineral de hierro se hallaba cerca de la superficie del suelo y se obtenía cavando hoyos poco profundos.
Los griegos fueron quienes les enseñaron a los celtas a trabajar el hierro. La fundición mineral nativo del hierro no era muy difícil, pero el arrabio se formaba en lo fondo del horno y no era mas que una masa esponjosa y blanda. No podía ser utilizado hasta que había sido calentado hasta alcanzar el estado de incandescencia en un fuego de carbón de leña, y batido en un yunque. Estas operaciones de proporcionaban una dureza suficiente para construir herramientas.
El herrero celta no podía fundir el hierro de la misma forma que le broncista fundía el bronce. No podía alcanzar en su horno una temperatura suficiente elevada. En vez de esto tenían que dar forma a los objetos “forjándolos”, lo que significaba calentar el metal en la fragua y batirlo para darle forma mientras estaba todavía suave y maleable. Los herreros necesitaban una gran cantidad de carbón de leña para sus hornos. Tenían que cortar muchos árboles para mantener sus fuegos, lo que probablemente dio lugar a la desaparición de grandes extensiones de bosque.

domingo, 5 de abril de 2009

LA RELIGION INCA


El Dios Sol, Inti, fue desde los principios el Dios más reverenciado, a quien se ofrecía el mayor número de tributos, mujeres y de sacrificios, que como ahora sabemos, iban a parar a la casta de los sacerdotes. Incluso los emperadores le rendían tributo tras conquistar nuevas tierras. En toda región conquistada se levantaba algún altar en su nombre; frecuentemente la adoración a Inti y al Sepa-Inca eran confundidas.
La religión Inca respetaba las creencias y costumbres de cada comarca, pero también exigía que se le rindiese homenaje al Inti, Dios principal, y que se entregaran los debidos tributos. La imposición del Inti iba de la mano con las conquistas territoriales. El más famoso de sus templos era el Coricancha, en Cuzco, que brillaba sobretodo por todo el oro con que estaba adornado, aunque su construcción estructural no presentase demasiada refinación: el plano era idéntico al que presentaban las construcciones de las casas familiares. En su jardín se realizaba la fiesta de la siembra, cuando el emperador sembraba simbólicamente espigas doradas de maíz, que pasaron a formar parte del inventario del rescate de Atahualpa, y que dio origen a algunas leyendas que afirmaban que todo en el jardín era de oro: árboles, hierbas, flores e insectos.
Existía sin embargo otro Dios mayor, Viracocha (que significa “mar de aceite”), el Creador, cuyo culto fue introducido por el emperador Pachacuti tras soñar con él antes de la batalla de la conquista de los Chancas. Pachacuti instauró su culto e incluso desplazó a Inti como Dios supremo, adquiriendo Viracocha una importancia súbita tras la ascensión de Pachacuti, quien era su protegido; el emperador hizo que se le ofrecieran tributos y se le rindiese culto, e hizo construir una estatua del tamaño de un niño de diez años con el dedo índice extendido, como quien ordena.
Algunos historiadores han afirmado que la existencia del Dios creador se remonta a la civilización Tiahuanaco, pero según el autor es la representación de un mismo Dios que se ha venerado en toda América, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego: el Dios creador y héroe civilizador. El gran Dios crea todas las cosas, instaura leyes, enseña a los hombres, y luego se retira no sin anunciar su retorno; tal es la constante.
Viracocha hizo primero el cielo y la tierra, además de una humanidad que vivía en las tinieblas; castigó a esta última por alguna falta (no especificada) y la convirtió en figuras de piedra. Luego salió del lago Titicaca donde reposaba, y creo Tiahuanaco, creando en las piedras gente con jefes para gobernarlas, mujeres embarazadas y niñas, ordenándoles que se establecieran en lugares que el mismo había señalado. Abandonando su función creadora, se hizo civilizador, dispuso leyes y enseñó las artes. Finalmente, cuando todo marchaba bien, recorrió los Andes con un misterioso compañero, el “Engañador” de las mitologías indígenas, timador y estúpido que se opone al héroe civilizador (se cuenta que Viracocha, antes de crear todas las cosas, tuvo un hijo muy malo llamado Taguapica, que siempre contradecía a su padre, destruyendo lo construido y secando sus fuentes). Después de varias andanzas que explicaron muchas cosas naturales, Viracocha extendió su manto sobre el océano, se posó en él y desapareció en el horizonte buscando el sol poniente.

lunes, 23 de marzo de 2009

ENTIERRO DE UN REY ESCITA


Las sepulturas de los reyes están en el territorio de los gerros, el lugar asta donde es navegable el Boristenes. Cuando se les muere el rey, abren una gran fosa cuadrada; y cuando la tienen lista, toman el cadáver, el cual tiene el cuerpo cerrado, y el vientre antes abierto y limpiad, lleno de juncia manchada, de incienso, de semilla de perejil y de anís, y cosido de nuevo lo transportan en carro a otro pueblo. Los que reciben el cadáver transportado hacen lo mismo que los escitas reales: se cortan un pedazo de la oreja, se rapan el pelo, se hacen cortes alrededor de los brazos, se desgarran la frente y narices, y se traspasan la mano izquierda con sus saetas. Desde allí transportan el cadáver del rey hasta otro pueblo de su dominio, y le acompañan los escitas que fueron los primeros en recibirlos. Después de recorrer todos los pueblos transportando el cadáver, se encuentran entre los gerros, establecidos en el más remoto de los territorios de su dominio, en el lugar de la sepultura. Luego, una vez colocado el cadáver en su tumba, sobre un lecho, clavan a uno y a otro lado del cadáver unas lanzas y sobre ellas tienden maderas que luego cubren con cañizo de mimbres. En el amplio espacio restante de la tumba entierran a una de sus concubinas, a la que han estrangulado, como también a su coopero, su cocinero su caballerizo, su criado, su recadero, sus caballos, primicias de toda las cosas, y unas copas de oro, pues no unan para nada plata y bronce. Hecho esto, todos amontonan tierra para formar un gran túmulo, empeñados a porfía en hacerlo lo mas grande posible.
Al cabo de un año hacen lo siguiente. Toman lo más íntimos de los demás servidores “los cuales son escitas de nacimiento, pues sirven al rey los que él ordena, no habiendo entre ellos servidores comprados con dinero”. De estos criados estrangulan cincuenta y juntamente cincuenta caballos de los más hermosos, y vacían y limpian a todos el vientre, lo llenan de paja y lo cosen. Fijan medio aro boca abajo sobre dos palos, y el otro medio aro sobre otros dos, clavando asin otros muchos. Luego, meten un palo grueso a lo largo de cada caballo hasta el pescuezo, y los suben sobre los aros; los primeros aros sostienen los hombros, y los posteriores el vientre, por los músculos; las patas delanteras y traseras quedan suspendidas; ponen a los caballos freno y brida y los tiende hacia delante, atándolos a un palo. Suben a cada uno de los cincuenta mancebos que han estrangulado sobre un caballo, y lo suben de este modo; metiendo a cada cadáver un palo por el espinazo hasta el cuello; clavan lo que sobresale por debajo del cuerpo, en un agujero del otro palo, el que atraviesa el caballo. Después de haber colocado alrededor de la tumba semejantes jinetes, se retiran.
Así sepultaban a los reyes; a los demás escitas cuando mueren, los parientes mas cercanos les ponen en un carro y les llevan por las casas de sus amigos. Cada uno de estos reciben con un convite a la comitiva, y sirven al muerto todo los manjares, igual que a los demás; los particulares son llevados casi cuarenta días y al cabo reciben sepultura. Después de sepultarles, los escitas se purifican de esta manera: primero se untan y lavan; y después proceden casi por lo que toca el cuerpo: plantan tres palos cuya puntas se unen; alrededor de ellos tienden fieltros de lana y, apretándolas lo mas que puedan, meten unas piedras hechas ascuas en una pila colocada en medio de los palos y fieltros.

miércoles, 11 de marzo de 2009

ALIMENTACION APACHE


Los apaches eran seminómadas, expertos en la cacería del bisonte y otros animales como venados, leones monteses, osos y nutrias. Con estas pieles comerciaban incluso con el hombre blanco. El comercio apache cubrió la famosa ruta mercantil Chihuahua-Santa Fé-Missouri. Los chiricahuas elaboraban los productos que necesitaban para su consumo; pero cuando tenían oportunidad, mediante el canje de ganado robado, conseguían armas de fuego, pólvora y municiones, tabaco, licor y panocha de azúcar.
La comida variaba según la zona en que los apaches instalaban sus campamentos. Las frutas predilectas de los indios eran la tuna, el dátil -producto de palma silvestre-, la pitahaya, la bellota y el piñon. Pero su principal sustento era el mezcal, del que había varias clases, como el sotol y la palmilla o lechuguilla que se aprovechaba cocinándola a fuego lento hasta que adquiría cierto grado de dulzura. Otro alimento era una especie de sémola o pinole elaborado con la semilla del heno o zacate. Recolectaban además maíz, frijol y calabazas silvestres. Las mujeres apaches eran las encargadas de preparar los animales cazados por los hombres -ya se tratara de una ardilla o de un cíbolo o bisonte-. Los desollaban y luego destazaban; una vez cortada la carne se ponía a secar al sol, después se guardaba en vasijas, donde se conservaba durante meses. En toda la región del norte aún perdura el gusto por la carne seca.

viernes, 6 de marzo de 2009

AGRICULTURA Y PESCA


AGRICULTURA

En el territorio de los mochicas se encontraron muchos campos de cultivos y
eso demuestra que los mochicas hicieron los mayores esfuerzos para alcanzar
un alto nivel en la agricultura y tenían conocimientos científicos.
La costa peruana era arenosa y no era productiva y ellos tenían que hacer
algo para lograr incorporar a la producción grandes áreas, para eso
utiliza la irrigación y construyen acueductos que todavía hoy son
utilizados. Los acueductos fueron construidos cuando los ingenieros
mochicas al bordear las faldas de los cerros con lo canales, encontraron
quebradas profundas y ya no podían llevar el agua por la diferente altura.
Los acueductos eran hechos de tierra arcillosa aplastada para formar la
base, y con piedras hacían las paredes. Por los acueductos llevaban agua a
los sembríos y a los reservorios que construyeron para almacenar el agua.
Además investigaron sobre los fertilizantes y utilizaron el huano para
mejorar la producción agrícola y hacían semilleros de plantas en los
huacos.
Las herramientas utilizadas en ola agricultura fueron las puntas de cobre
que tienen un extremo afilado en forma de espátula y de cincel y el otro
extremo donde tiene el mango de madera.

PESCA

Los mochicas eran excelentes pescadores ya que vivían frente al mar y esto
les ayudaba a satisfacer sus necesidades alimenticias.
Realizaban excursiones marinas en busca de la codiciada fauna oceánica.
Para la pesca utilizaron una especie de balsa hecha de corteza de totora que
tenía capacidad para dos personas, una iba en la popa y la otra en la
proa. En el centro de la balsa se colgaban piedras metidas en redes que
servían para mantener el equilibrio de la embarcación que era impulsada por
remos hechos de caña de Guayaquil o por palas de madera liviana.
Para los lugares cercanos a la tierra utilizaban los llamados
"caballitos de totora" que hasta ahora son embarcaciones de los modernos
pescadores indígenas que viven en puertos y caletas. La construcción de esta
barca tarda increíblemente una hora y los pescadores se acomodan
arrodillados en la cintura de sus "caballitos" para salir al mar.
Una pequeña red llamada calcal usaban para guardar los pescados que cogían y
que podían ser unos 15 a 20 róbalos de tamaño mediano.
Los utensilios de pesca utilizados fueron los arpones con punta triangular
para los lobos y peces grandes, el anzuelo encorvado para los peces pequeños
y para hacer que entren dentro del agua usaban unos pedazos de cobre.
Los mochicas pescaron todos los animales que son la base de la alimentación
del hombre peruano de las costas del Pacífico, los pescados son: el toyo, la
manta, el chirlo, el bonito y la corvina de agua sal y el bagre y la lisa de
agua dulce y los mariscos son: caracol, estrella de mar, conchas y
ancocos.

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